sábado, 2 de junio de 2007

Elementos de escenografía I

La vida, su escenario, es un blog podría uno decir sin temor a caer en la no querida y claro que no llamada confusión de este nuevo milenio que entrado ya nos trajo por esta zona geográfica la triste miniaturización. Si usted es una de esas personas que se encuentra temiendo sugiero seguir temiendo lejos de aquí, arriba tenemos en el blog un link que dice: “siguiente blog” por favor no tema en oprimirlo, y verá claro, ya sin miedo.

Tratemos de no alejarnos de la idea que marca la vida como un escenario y este como un blog. Usted entra a su baño y se encuentra ya cómodo en él pensando en su día de trayecto en los medios de trasporte público, en su eficiencia y su dependencia a ellos ¡y de repente se acuerda cuan irritante fue! Trabajó usted cinco días sino más y llegado el esperado descanso su teléfono móvil le solicita, requiere que este listo para partir en minutos. Le llaman a divertirse de las maneras disponibles y por favor no se ponga usted de mal humor con esto si los planes no los ideó usted: ¿qué más quiere del afuera? ¡el afuera tiene aún más problemas que usted! O acaso ya olvido la triste miniaturización de la zona geográfica en la que usted se encuentra al azar de Alguien o Algo que puede siquiera imaginar en modo simple, presente.

La miniaturización ¡preste atención y no tema! comenzó cuando el dinero pasó a ser un problema en el mercado de los valores de cambio (se cree), ahora bien, ¿qué sino queso tenían en su cabeza los empresarios de la industria Láctea cuando se les ocurrió tal engaño? Bajo la suposición envase pequeño y solo unos pesos demás se ve en este escenario de la vida una góndola iluminada, eterna sino abismal, con miles de productos cuyo envase es pequeño, bien pequeño, pudiendo almacenar unos cuarenta gramos de queso saborizado con aire del monte Olimpo, pretenden que alguien poco adiestrado no lo note y lo lleve porque es lindo, claro. Lindo embalaje, por cierto, con cascadas y valles, casi un boleto de ida hacia la deseada escapatoria lentamente allanada por aquel recurrente dolor de cuello obtenido, claro, en el trasporte publico, ¡eficiente!

Un blog, no lo olvide.

¡Vamos! No sea poco creativo, hay montones de papeles con pegamento listos y con variados colores para postear su opinión en este blog de la vida, justo abajo del ítem visualizado en el momento ¡no tema!