MAYRA FUSTER - Soltera de 52 años de edad, nacida en Tandil, su cabello castaño oscuro devenido con el tiempo a platinado. Su peinado generalmente es de bucles batidos y poco sedosos, de sonrisa instalada, poco bronceada y con un maquillaje importante, fuerte pero no ridículo. Anillos en sus manos, uñas en rojo fuerte y brazaletes en sus muñecas. Chaquetas de cuero y tacones. Su mirada subestima a aquellos que están fuera de su círculo pero no tanto a los que pertenecen a él.
Apasionada por el lujo, las joyas, el dinero, la gala, la fama, el glamour. Lo que queda de esto en el presente son sino vestigios de una vida de viajes y excesos de altura y con clase.
Rodeada de numerosas amigas, empresarias, artistas, estrellas (que ella misma crea) vive en un mundo de cócteles y verborragias con las cuales muestra muchas realidades. No solo habla de excesos porque sí, sino que en el trasfondo de sus “textos” hay un mensaje importante, éste estará claro para algunos y para otros no, lo importante de éste trasfondo es que siempre mantenga un segundo plano y solo cuando es evidente quedará expuesto, con esto, quiero resaltar la importancia del tono de su voz que va de susurros hasta gritos de admiración, nunca sobreactuados y con una leve risa, solo cuando es necesaria. Esto lo lleva como innato, pero esta claro que ahora, luego de años de vida relajadamente furiosa queda a la vista de una forma un tanto vulgar, como lo haría aquella mujer un tanto masculina al hablar aunque defendiendo su feminidad a muerte pudiendo mostrar su amor -incondicional- hacia sus mujeres, sus amigas, su entorno manteniendo una relación de reciprocidad.
Apasionada por el lujo, las joyas, el dinero, la gala, la fama, el glamour. Lo que queda de esto en el presente son sino vestigios de una vida de viajes y excesos de altura y con clase.
Rodeada de numerosas amigas, empresarias, artistas, estrellas (que ella misma crea) vive en un mundo de cócteles y verborragias con las cuales muestra muchas realidades. No solo habla de excesos porque sí, sino que en el trasfondo de sus “textos” hay un mensaje importante, éste estará claro para algunos y para otros no, lo importante de éste trasfondo es que siempre mantenga un segundo plano y solo cuando es evidente quedará expuesto, con esto, quiero resaltar la importancia del tono de su voz que va de susurros hasta gritos de admiración, nunca sobreactuados y con una leve risa, solo cuando es necesaria. Esto lo lleva como innato, pero esta claro que ahora, luego de años de vida relajadamente furiosa queda a la vista de una forma un tanto vulgar, como lo haría aquella mujer un tanto masculina al hablar aunque defendiendo su feminidad a muerte pudiendo mostrar su amor -incondicional- hacia sus mujeres, sus amigas, su entorno manteniendo una relación de reciprocidad.
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