lunes, 18 de agosto de 2008

pAPEL. mONEDA. pAPEL.

A ver Madonna si me das una mano en la cocina que no doy más, tampoco doy abasto mientras cuento los últimos minutos del segundo y último día.
¿A vos que te parece?
A mi, la ilusión me venia trayendo sospechas, pero no tantas confirmaciones acerca de los episodios que rodean al horno y el sartén.
Madonna los cuidados me llaman y voy a decirles que si mientras esté dentro del esquema o mientras intente pertenecer a él.

Quiero creer que no estuve en el espejo, claro cristal reflejante, de todos los episodios tan solo en dieciséis horas, vos bien sabés que no alcanzan los días para terminar de conocer algo y eso es lo que me lleva a buscar un poco más, y yo sé bien porque me digo “un poco”, habrá quienes sepan mesurar a su forma y eso cabe en como lo sienta cada cual.
¿A ver Madonna? Pasame la espátula que se me pega todo y quiero que esto huela bien.
¿Qué hora es?, ah no ¿ya es la una?... me voy y no vuelvo por aquí. Sí por allí y por allá y a vos te veo seguro.
Pasa un auto por la esquina a toda velocidad y reflexiono: hoy todavía el dinero hace al mundo y “uno” hace al dinero,
VALER.