Estábamos en los bosques de Palermo Carpet y ella me decía: "Entonces, si viviera en Manhattan, me levantaría a eso de las 10.45 de un domingo cualquiera y me pondría a charlar con Kimberly, ambas de negro y con el pelo listo, en el tercer recuadro de la vereda, o en el segundo también quizás eh, mirando a esta preciosa cámara que nos enfoca listas, radiantes a la espera y al fin. Con todo este poder y listas para el pic-nic bajo la estatua de la libertad para luego pensar: "podemos ir a tomar algo frente al BusStop, boluda". Si, si, si. En Manhattan va a ser, en Manhattan".
Ahí la vemos, saliste preciosa Ramva ¡Te felicitamos!