martes, 25 de enero de 2011

Menos de cuarenta minutos

...-¿Me dice usted que lo califican de pedante? -pregunta el terapeuta.
-Verdaderamente no llego a comprender las causas por las que algunas personas, de las cuales desconocemos si poseen capacidad de razón, me llaman de tal manera, lo cual considero no solo inapropiado sino un atajo injusto a modo de calificar mi persona adelantadamente sin tomarse el esfuerzo por llegar a comprender si de lo que hablan se encuentra en las costas de lo cierto -responde el paciente.
-¿Usted siempre contesta así? -pregunta el terapeuta.
-Claramente. Tenga usted en cuenta que al momento en que una tercera persona eleva una pregunta al aire, me es imposible no contestarla completa y adecuadamente, sumando a esto que los intereses de los interrogadores son desconocidos por mi persona, necesito explicarme, en efecto, explicar sin dejar huecos vacíos (valga la redundancia) donde la mente de este ente (delante de mi) genere algún intento de realizar una suerte de nuevo razonamiento inapropiado y no solicitado directamente -responde el paciente.
-Ya veo -dice el terapeuta.

domingo, 16 de enero de 2011

Future

I won't be within the crowd I will shine in the stage with you.

domingo, 9 de enero de 2011

Buenos Aires, Argentina.



Era hora de llegar al país.

El viento sigue tan pulcro como siempre, los aromas se comportan, los chinos del súper mejoraron sus modales, las calles están bien pintadas y hay muchos árboles a la vista desde mi ventana.

Gracias Cristina, algunos trámites no están demás.

Mientras suenan estas campanitas charlo de lo tanto que me gusta el blanco, todo blanco, la vajilla, el cuarto de baño, la cocina, la ropa de cama (las sabanas), las toallas, la batería de cocina ¡blancas! Y a la par ceno en alguna mesa de exquisitos menúes latinoamericanos.

Desde la góndola que bien viene navegando tan apaciblemente voy a elegir lo que me gusta, las cajeras se ven amistosas ¿me acerco?

Ya estoy en la puerta, todo salió genial, mientras tanto gracias a que el sol se siente cristalino voy a dar unas vueltas, voy a girar y ya giro, giro en círculos, me salgo de mi unos segundos y que lindo se siente volver.

Salgo a dar una vuelta, el pasto me habla, cuenta que los árboles están maravillados con las pruebas de inteligencia y personalidad de las que ya hace tiempo vienen formando parte.

Caminando ahora por las avenidas las vidrieras explican que deje los botones de lado y de los bolsillos ni hablar, mejor no.

Muchas cosas vibran y las capto sencillamente, con naturalidad y confort. Ahora si, sin vueltas.

El cielo, él en mi, trae preciosas nubes pomposas, deja sentir su aroma fresco en las mañanas, en las tardes o noches.

Penélope glamúr con su velocidad e intacto detalle brillante ceba unos mates riquísimos con los que acompaña mis horas, sugiere un sushi o una birrita al limón ¿lima?, sólo con limón, hielo y algo de sal.

Que lindo sello, miro su tinta, azul. Leo algunas de sus letras algo borrosas ya al cabo de unas semanas de su estampa.

Arribos. Ahí aparecí.


sábado, 8 de enero de 2011

En las cuatro estaciones.

Cuando llueve veo como el agua cae. Si hay sol lo miro y me detengo lentamente en su cálido brillar. Si hay viento dejo que me acaricie y me atormente el pelo y si hace frío en mi camino busco refugio y me cobijo esperando algún amado calor.