¿Vas a pensar en eso y lo vas a dejar pasar? (no es una pregunta).
Suponer una serie de hechos, su sucesión y sus participantes. Entender.
¿Estaremos recibiendo ese email que, con esos terceros sentimientos, sensaciones y puntos de vista multiplicados por la sinceridad y la emoción que los caracteriza, nos dará el arribo a esa realidad, a esa situación deseada por nosotros, en ese equis lugar? (¿Es importante el lugar?).
Llegando esa información a los oídos del receptor quizás estemos generando la activación (secuencia desencadenante) del amor perpetuo al que claramente queremos pertenecer con el otro ¡qué lindo!
¡No llega esa información! Se queda en un polo, el original, sin ir hacia el otro (¿demasiada explicación?)
La idea clara en lugar de la opaca. Gracias por explicar.
Todo queda en el emisor cordial (angurriento de entenderse a si mismo) sin expresar aquellos universos del Dios en pleno arrastre, en plena paz en medio de esa playa donde las olas vienen y van, al costado de esos mares que se disculpan por la tardanza ajena y por la espera de cierta ocasión inusual.
¿Lo vas a enviar?
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