viernes, 1 de abril de 2011
miércoles, 30 de marzo de 2011
Goma de mascar ¿qué idioma hablás?
En la pradera (o en la emoción) camino sintiendo otra vez el tiempo correr de más a menos, (quizás de menos a más) de lleno a vacío y de vacío a lleno a la vez.
jueves, 24 de marzo de 2011
Leyendo los prospectos
A modo de comprender (de comprendernos) sabemos que en el fondo de todo lo que hacemos nos reconfortamos en el cojín de nuestra razón.
¡Qué pena! porque de hacerlo en el de los sentimientos el mundo y sus personitas irían, o mejor dicho, sentirían ir por un camino un poco más ameno, otro poco menos ambicioso y algo más original.
Sentirse un hijo de su madre (algo que no le pasa a cualquiera, tampoco a mi gracias a la existencia) es algo que pone más de una risita en ciertas caras sin contar las recurrentes gesticulaciones que esas caras exponen al responder simples preguntas:
-¿Estás bien? –pregunta el simple.
-(Gesto ácido) –responde el rebuscado.
¡Qué grata gente! ¡qué deleite para quienes vamos aprendiendo a decodificar las actitudes de estas personas que día a día se nos acercan! Y así a la par es de vital importancia hacerse cargo de por qué uno las atrae.
¿Por qué a uno le hablan de ciertos defectos mentales cuando no se está ni cerca de diagnosticar?
Gestos de pobreza mental ¿quizás? Si, mejor preguntar que afirmar. Aunque ahí en el final de nuestra conciencia encontramos la respuesta que nos imprime el más allá a falta de poder corroborar con algunos de estos personajes la supuesta realidad.
À votre santé.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Evacuación normal
Me encanta ir de picnic diurno con las chicas, el broderí inmaculado me permite disfrutar tanto de las esmeraldas mientras veo los añejos carruajes y pienso en las nociones que rebalsan con su preciosidad al rubí.
lunes, 14 de marzo de 2011
Me siento.
Aparece ahora una china con los pelos rojos parados como salida del horizonte o de alguna selva cercana. Me habla y le hablo porque claramente es parte de mi equipo.
viernes, 25 de febrero de 2011
martes, 22 de febrero de 2011
Encontrando las llaves en el hall.
Dos meses y ponemos la ilusión a lavar (a ver si en una de esas se ve más clara) así se le van las manchas.
Quizás esta vez era cierto y no pudo ser debido a algunas (no todas) intrincadas cláusulas e imposibles lineamientos de la vida. Lineamientos que ejecutan aquellos que no creen en el destino.
El destino hace y deshace ¿no lo creés? Te acerca un antídoto anti-amor para que te manejes.
Dicen (gritan y sugieren) que no hay mal que por bien no venga y este mal entonces se filtra por mis venas intoxicándome, dándome dolor ¡placer!
Sanar el dolor, recomponer las flores ¡llorando por ello! en mi soleado balcón. Flores que algún desconocido (bien conocido) pisoteó enérgicamente.
Quien no arriesga no gana dicen ¿o no lo creés?
Las fichas las pongo todas sobre la mesa ¿vos las guardás?
No hay términos medios ¿existen? Se suponía que no era un juego, era solo una apuesta que debía ganar.
Habiendo perdido quién te dice si quizás no he ganado.
El destino sigue vivo latiendo y enviándome cartas, una de ellas llegó hoy y dice: “amor en el aire” ¿qué querrá decir? Leo, releo y me pacífico en sus cantares de emoción.
Amo la brillantina que corre por mis venas y en mi corazón.
Estoy listo, te puedo pintar a vos que no te conozco lo suficiente. Vos que en realidad sos ese yo que desconozco.
Sé que estás dentro de mi.
¿Suficientemente dark?
lunes, 21 de febrero de 2011
M E N T I R A S de moda.
-Dejame que te diga Marcos Alberto, lo nuestro no funciona y la razón de todo es que ser feliz me angustia y lo U N I C O que me salva es twittear -dice Jorge Luis.
martes, 25 de enero de 2011
Menos de cuarenta minutos
domingo, 16 de enero de 2011
domingo, 9 de enero de 2011
Buenos Aires, Argentina.

Era hora de llegar al país.
El viento sigue tan pulcro como siempre, los aromas se comportan, los chinos del súper mejoraron sus modales, las calles están bien pintadas y hay muchos árboles a la vista desde mi ventana.
Gracias Cristina, algunos trámites no están demás.
Mientras suenan estas campanitas charlo de lo tanto que me gusta el blanco, todo blanco, la vajilla, el cuarto de baño, la cocina, la ropa de cama (las sabanas), las toallas, la batería de cocina ¡blancas! Y a la par ceno en alguna mesa de exquisitos menúes latinoamericanos.
Desde la góndola que bien viene navegando tan apaciblemente voy a elegir lo que me gusta, las cajeras se ven amistosas ¿me acerco?
Ya estoy en la puerta, todo salió genial, mientras tanto gracias a que el sol se siente cristalino voy a dar unas vueltas, voy a girar y ya giro, giro en círculos, me salgo de mi unos segundos y que lindo se siente volver.
Salgo a dar una vuelta, el pasto me habla, cuenta que los árboles están maravillados con las pruebas de inteligencia y personalidad de las que ya hace tiempo vienen formando parte.
Caminando ahora por las avenidas las vidrieras explican que deje los botones de lado y de los bolsillos ni hablar, mejor no.
Muchas cosas vibran y las capto sencillamente, con naturalidad y confort. Ahora si, sin vueltas.
El cielo, él en mi, trae preciosas nubes pomposas, deja sentir su aroma fresco en las mañanas, en las tardes o noches.
Penélope glamúr con su velocidad e intacto detalle brillante ceba unos mates riquísimos con los que acompaña mis horas, sugiere un sushi o una birrita al limón ¿lima?, sólo con limón, hielo y algo de sal.
Que lindo sello, miro su tinta, azul. Leo algunas de sus letras algo borrosas ya al cabo de unas semanas de su estampa.
Arribos. Ahí aparecí.
sábado, 8 de enero de 2011
En las cuatro estaciones.
Cuando llueve veo como el agua cae. Si hay sol lo miro y me detengo lentamente en su cálido brillar. Si hay viento dejo que me acaricie y me atormente el pelo y si hace frío en mi camino busco refugio y me cobijo esperando algún amado calor.
sábado, 11 de diciembre de 2010
viernes, 3 de diciembre de 2010
Esta Luna
Cuánto tiempo se podría soportar viviendo en ésta Luna sin sentir esa "necesidad orgánica" de regresar y respirar el aire, ese especial aroma, brisa fresca. De sentir el amor desde los suaves y tiernos adentros y de tener en los ojos las figuras de las nubes de ese cielo. De recibir la calidez de los afectos que solo se logra al sentirse plenamente en el lugar, en tu estancia, en esa rambla, en la típica manzana, en esa casa, tu dulce hogar.
Hubo silencio, quizás turbios, carbónicos pensamientos. Más tarde nuevas reformulaciones de los viejos planteos, de las anteriores metas. Otras formas de pensar lo ya dicho en variados nuevos estilos para poner la voz y llevar a palabras lo que en mente se ha tenido ya por semanas. No faltaron los recuerdos de allegados momentos del reciente pasado y el intento de análisis al fugaz presente que se nos escapa casi imperceptiblemente hasta que los primeros expusieron no saber que estarían haciendo, los segundos dijeron que podrían comenzar por dos días luego cinco meses y que ahora podría tratarse de hasta tres años, los terceros en su calendario visualizaron meses y distancias no tan lejanas que hicieron referencia a un día posible, a una fecha espectada en un día número veintitrés de un mes llamado o ubicado en la posición diez de un último año de la primer década de un siglo actual.
martes, 30 de noviembre de 2010
domingo, 28 de noviembre de 2010
SI NO FUESE ASÍ, NO PODRÍA SER DE OTRA FORMA.
sábado, 27 de noviembre de 2010
SIN-ESE
¡Sin sangre! Sin dolor.
Sobre los rieles de la confianza perdió su infancia.
Creyó entender que a donde iba había salida.
Y por no ponerse en juez, extinguió su clavel.
En la angustia o en la espera el prepara, barre, asea.
Todo listo y en el orden apropiado.
Orden del que nadie habría sospechado.
Y pensando en el después, aquello le invade otra vez.
Camino sinuoso.
Un pino, un tronco ¡Cuidado!
Sobre los añejos rieles de la confianza espera el no perder su ahora, su balsa.
Gritando a los horizontes en plena y ansiosa alba que le dejan aún en esta azul, tan helada agua.
Su deseo pronto, el sabe volverá a surgir aunque ya no esté aquí entre talados campos y elevados llantos.
Su deseo quizás viaje a los valles color esmeralda, donde no cosechó su entera fuerza y templanza.
Pero el delicado viento sí le proveyó de aquel fino hilo, buena tanza.
Un fin, su desesperanza.